Primera novela de Ferdinand von Schirach conocido de nuestro público
por sus extraordinarios volúmenes de relatos Crímenes y Culpa, El caso Collini
combina una historia criminal de una concisión y una desnudez sobrecogedoras
con la revelación de grandes deficiencias en el funcionamiento de la justicia
en Alemania. Su publicación suscitó un encendido
debate y el libro, como sus dos anteriores, ocupó los primeros puestos en las
listas de ventas en su país. Empleado diligente, de una discreción modélica,
Fabrizio Collini trabajó como operario durante treinta y cuatro años en la
Mercedes-Benz. Pero un día, ya jubilado, acude al legendario Hotel Adlon de
Berlín, a dos pasos de la puerta de Brandenburgo, y asesina a sangre fría a un
hombre anciano, sin motivo aparente. La defensa de Collini recae de oficio en
el joven e inexperto abogado Caspar Leinen, y lo que al principio parece una
oportunidad para su incipiente carrera se convierte en un acuciante dilema
profesional, ya que la víctima, un conocido y respetado empresario, es el
abuelo de su primer amor, quien a su vez reaparece después de tantos años para
pedirle que renuncie al caso. Así pues, Leinen no sólo se ve obligado a
defender a un hombre que renuncia a defenderse y se niega a revelar el motivo
del crimen, sino también debe resolver el conflicto de intereses. Su reputación
y su carrera están en juego, más aún cuando el hallazgo de una pista apunta a
un inquietante capítulo de la historia de la Justicia alemana.
Este
libro es el resultado de un proceso literario que el autor comenzó al publicar
Crímenes y Culpa, sentando base sobre el estilo y la idea que posteriormente ha
desarrollado en el Caso Collini. Esta obra se puede considerar una evolución de
las anteriores, ya que utilizando el mismo esquema, se centra en un único caso
ahondando y ramificando los detalles del caso, al mismo tiempo que realiza un
repaso histórico muy revelador de periodos oscuros de Alemania.
En
cuanto salió a la venta esta novela decidí hacerme con ella y leerla, ya que el
estilo de los libros anteriores me gustó mucho e intuía que esta obra no me iba
a decepcionar, y no lo ha hecho. El tratamiento y el punto de vista que el
autor da a los casos que trata me parece muy interesante, ya que ofrece una visión
muy particular de los delitos, exponiéndolos de tal forma que al lector, a
pesar de saber que el delito es un delito, puede llegar a “comprender” el
mismo, haciendo referencias a los acontecimientos que rodean el caso en
cuestión. Reconozco que disfruto con estas lecturas ya que permiten realizar
muchísimas lecturas, sin que el autor marque la línea de interpretación del
texto haciendo que el lector se posicione con libertad, teniendo argumentos de
varias posiciones, el delito en sí y el “porque” del mismo.
El argumento que von Schirach ha
escogido es muy interesante por las posibilidades que tiene en lo que respecta
a las implicaciones del caso expuesto, y a los frentes con los que el autor ha
querido dar más empaque a la historia, otorgando más interés y resultando un
relato trepidante que nada tiene que envidiar a los clásicos thrillers, ya que
el lector está en continua espera del próximo giro que, si es posible, aclare
el devenir de los protagonistas.
Por otra parte el texto esconde,
aunque no está tan escondido, una crítica al sistema judicial alemán así como a
la existencia de ciertas leyes, que éticamente deja bastante que desear desde
el punto de vista de la JUSTICIA en mayúsculas y desde la memoria histórica mirando
de frente a las víctimas, dando carpetazo a cierto asunto de forma poco
ortodoxa.
Es una suerte encontrarse este
tipo lecturas, ya que aúnan en una única obra
varias características, que otras nunca llegan a rozar, ofreciendo al
lector un lectura muy completa desde muchos puntos de vista que aumentan las
posibilidades de éxito del mismo, pero hoy en día el nombre de Ferdinand von
Schirach no es muy popular, pero tiempo al tiempo.
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