¿QUIÉN ES JONNY VALENTINE? «El Ángel del Pop, el rompecorazones de once
años, el intérprete con esa voz que a todas enamora.» Eso dicen los titulares y
por esa causa lucha su madre, una cajera de supermercado reconvertida en la más
implacable mánager desde que su hijo saltara a la fama gracias a YouTube. Pero
algo falla cuando un niño necesita atiborrarse de
zolpidem para conciliar el sueño. ¿QUÉ LE GUSTA A JONNY VALENTINE? «Difundir
música y amor. Mimar a las chicas.» Quizá sí, pero sobre todo jugar durante
horas a la videoconsola en las suites de hotel, intentar masturbarse y arrasar
con los canapés a escondidas. Y escuchar a Michael Jackson. ¿POR QUIÉN SUSPIRA
JONNY VALENTINE? «No estaría donde estoy si no fuera por mis fans.» Y aunque
ellas suspiran por sus huesos, él apenas ha podido conocer a ninguna niña: su
primer amor, un montaje, es otra estrella del pop adolescente; su único amigo
es su guardaespaldas; su padre lo abandonó hace tiempo. Siempre rodeado de
gente. Siempre solo. ¿QUÉ SERÁ DE JONNY VALENTINE?
Originalidad
y crítica serían los dos conceptos que podrían definir esta obra de Teddy Wayne,
una obra que a pesar de ser ficción tiene un componente realista que en
ocasiones llega a asustar de la posibilidad de que lo retratado pueda estar
ocurriendo en realidad.
Teddy
Wayne presenta el texto en forma de diario personal de Jonny Valentine, nueva
estrella musical del panorama infantil/juvenil, en el cual se relatan los
acontecimientos ocurridos en los últimos días de la gira que está realizando
por los Estados Unidos, entre los cuales hacen acto de presencia situaciones
bastante radicales que rodean al show-business, y que por supuesto ningún niño
de 11 años, por muy popstar que sea debería vivir.
El
texto al ser formato similar a un diario es muy sencillo de leer y seguir, y
aunque el vocabulario sea bastante básico alcanza profundidades en las
descripciones y en la definición de situaciones o sentimientos más que
aceptables, así como la visión que el protagonista tiene de lo que ocurre a su
alrededor. En ocasiones los autores buscan la profundidad o rotundidad de un
texto mediante el vocabulario, “obligando” al lector a parar en su lectura para
releer una frase o buscar el significado de un término, sin embargo resultan
textos tediosos que se centran en aspectos que no favorecen para nada que el
lector “lea” entre líneas y comprenda lo que hay detrás de las palabras.
Tras la lectura del libro, se
plantean muchos temas en los que las preferencias y los objetivos con los que
se mueven las sociedades actuales ponen su foco de interés priorizando estos
sobre otros muchos más humanos y dignos de sociedades asentadas y respetuosas
hacia el trato a las personas con la dignidad que se merecen por el simple
hecho de serlo. En el texto claramente esta puesto en el centro de todo el
dinero, la riqueza y a continuación todo lo que sea necesario para lograrlo,
caiga quien caiga, relegando el resto de aspectos vitales a planos terciarios
que se quedan en la más estricta intimidad por no poder ser utilizados como generadores
de riqueza económica… a los ojos de los protagonistas del relato.
Realmente la lectura de este
relato ha sido muy sorprendente ya que me esperaba una literatura más frívola,
debido a la temática, pero he descubierto que es mucho más, es una denuncia de
hacia dónde vamos y que caminos se están tomando para conseguir el objetivo
pretendido. Una literatura que va a más allá del mero entretenimiento, una
literatura que observa y cuenta lo que ve desde un prisma privilegiado.
El resumen con el que inicio esta
reseña pregunta ¿qué será de Jonny Valentine? No soy ni adivino ni futurólogo,
pero la lógica me dice que si este personaje sigue por ese camino… el
precipicio le espera al final del mismo… a la vuelta de la esquina.
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