16 de diciembre de 2013

LO QUE NO ESTÁ ESCRITO de RAFAEL REIG

Carlos, padre divorciado, recoge a su hijo Jorge de catorce años para pasar un fin de semana de excursión en la sierra y, como por descuido, le deja el manuscrito de una novela que acaba de terminar a su ex mujer, Carmen. La lectura de ese manuscrito, una novela negra de extorsión y bajos fondos, que Carmen no podrá soltar en esos dos días, será para ella, sin embargo, muy reveladora de las intenciones de su ex marido. Carlos, a su vez, tiene que superar los problemas de comunicación con su hijo, un adolescente asustadizo, y también las primeras dificultades de la excursión, que ponen en evidencia sus propias carencias. Entretanto, crecen los temores de Carmen y su angustia por lo que pueda suceder en la sierra. ¿O es la lectura del manuscrito la que lo provoca? «Al vivir con alguien, como al escribir, uno se delata», piensa uno de los protagonistas. También al leer, cuando acabamos interpretando lo que no está escrito.


Esta novela es un tres por uno, me explico, vas a la librería compras un libro (en este caso Lo que no está escrito de Rafael Reig) y cuando empiezas a leerlo… te das cuenta que realmente has comprado tres libros, tres historias en una. Cuestión de suerte.

Tenemos ante nosotras una obra profunda y terriblemente psicológica, en la que predomina lo que no está escrito, que se resume en el miedo de los protagonistas, teniendo todos ellos un espíritu pesimista que les arrastra a unos pensamientos paranoicos y a unos recuerdos no muy agradables.

La idea de enlazar las diferentes historias y capítulos a través de un crucigrama es original cuanto menos, mostrando una continuidad en el libro mediante el uso de unos términos definitorios.

Personalmente la historia que más me ha gustado ha sido el relato del manuscrito, posiblemente debido a la intensidad de lo acontecido y que desde mi punto de vista es la columna vertebral del resto, uniendo mediante lo que no está escrito a las otras dos líneas narrativas.

Esta novela es un ejemplo de la importancia de la profundidad de los personajes en un relato, en este caso ha permitido hacer de su título la razón de ser del libro y de la historia. Los personajes actúan mediante la toma de decisiones que vienen dadas por su manera de ver la realidad que les rodea, sin embargo dicha realidad está modificada por la lectura que hacen los protagonistas de lo que viven o leen, ya que todos buscan la información ocultada entre líneas.

 Tuve la ocasión de conocer al autor, muy agradable, y leyendo el libro me lo imaginaba escribiendo y en ocasiones me costaba, ya que la imagen que me dejó fue de un tipo muy alegre y simpático, y algunas escenas no le pegan mucho pero ahí está el mérito. Bien por Rafael.

La recomendación es positiva, aunque no se considere una obra maestra, se deja leer, es más se disfruta con la lectura, ya que el ritmo es muy bueno y el avance del relato es constante. La temática es bastante común, y por común me refiero a cotidiana, si exceptuamos el relato… ¡Espero! 

Una buena dosis de Rafael Reig sin pelos en la lengua.



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